Nos queda muy poquito, el curso llega a su último mes. Pero no vamos a dejar sin analizar a estos dos monstruos de la historia de la literatura de nuestro país. Un poquito de su lírica, agunos de sus sonetos (de una belleza extraordinaria); su pugna díaléctica sin par, y por supuesto, ese Buscón. Ya hemos estudiado las grandes hazañas del Cid; hemos gozado con los amores de Calisto y Melibea; hemos disfrutado bastante con ese pícaro de Lázaro, y reimos sin parar con las locuras de Don Alonso Quijano y su compi de fatigas, Sancho Panza. Pues ahora también vamos a conocer a Pablo que no le va a la zaga y, principalmente, vamos a seguir profundizando en esos comentarios de textos a los que cada vez sois capaces de sacar más provecho.
